Apartémonos de la iniquidad y vivamos en Santidad!

“¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder!” Miqueas‬ ‭2:1‬.

Comenzando esta mañana con el libro de Miqueas, que significa (¿quien es como Jehová?) y quien profetizó aproximadamente en el siglo VIII a.C. Siendo también contemporáneo de Isaías.

Habla de ese ruego de Dios a Israel y Judá para que se vuelvan a él de sus pecados.

Esta mañana me llamaba la atención este versículo porque habla de esa maldad que se maquina todo el tiempo en los pensamientos y en el corazón. Pero también no nos habla solo de esa maquinación sino también de esa ejecución.

“El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca; Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos. Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias. Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.”

‭‭Proverbios‬ ‭6:12-15‬.

Lastimosamente esto no solo pasa con los impíos o incrédulos , sino que también pasa con nosotros como creyentes, cuando andamos lejos de su palabra, lejos de la obediencia y ejecución de la voluntad de Dios en nuestras vidas.

Si en nuestros corazones no esta el Señor Jesucristo sentado en ese trono como prioridad en nuestras vidas, es fácil caer en iniquidad, maquinar el mal y ejecutarlo.

Un ejemplo práctico puede ser lo que haces y observas en las noches a través de ese celular o ese televisor.

“Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.”

‭‭Proverbios‬ ‭6:16-19‬.

Nos anima el Señor esta mañana a que en nuestro corazón no solo repose la Palabra de Dios, sino que también nuestro Señor Jesucristo sea el que está sentado en ese trono.

También nos anima el Señor a recordar que de día y de noche meditemos en él, para que vivamos glorificandole, nos apartemos del pecado y entonces esas maquinaciones malignas y diabólicas sean frenadas y controladas por el Señorío de Cristo en nuestras vidas.

Que arreglemos esta mañana todo lo que tengamos que arreglar, para que vivamos vidas en santidad gobernadas por el Señor y el Espíritu Santo

QUE TENGAS UN DÍA DE VICTORIA EN CRISTO JESÚS

Nos vemos mañana, si Dios quiere…